Algiers | |
---|---|
estado | Algiers |
país | Algeria |
capital | |
población | 0 |
Argel (en árabe: الجزائر Al-Ŷazā'ir, «las islas»; en francés: Alger; en tamazight: , Ledzayer) es la capital y la mayor ciudad de Argelia. Se estima que en 2010 la población de la ciudad es de 2 239 613 personas,[2] y que toda el área metropolitana está habitada por 4 375 000 personas.[3] Argel está situada en el litoral mediterráneo y es el principal puerto del noroeste de África en dicho mar.
Conocida como «Argel la blanca» por el blanco brillante de sus edificios vistos desde el mar, en su día fue considerada como una de las ciudades árabes más románticas.
Maastricht | |
---|---|
estado | |
país | |
capital | |
población | 0 |
Maastricht (en español Mastrique, hoy en desuso;[2] antiguamente también denominada Maestricht; en limburgués: Mestreech) es la capital de la provincia de Limburgo. La ciudad está situada en ambas orillas del río Mosa (Maas en neerlandés), en el extremo sur de los Países Bajos entre Bélgica y Alemania. Forma parte de la Eurorregión Mosa-Rin junto con la ciudad alemana de Aquisgrán y la ciudad belga de Lieja, que conjuntamente sobrepasan los 2 millones de habitantes.[3]
La ciudad, una de las treinta más pobaldas del país, está situada a unos 230 km al sureste de la capital Ámsterdam y de la sede del gobierno La Haya y por esto bastante alejada de la gran conurbación neerlandesa del Randstad, por lo que ha podido conservar una identidad propia. Se la considera la ciudad menos neerlandesa y menos nórdica de los Países Bajos, destacándose atípicamente por su gran oferta gastronómica y posición importante en el mundo de la alta cocina, así como por su población cosmopolita, que ostenta un ambiente de alta moda y un estilo de vida distinto al resto del país.[4]
Durante la guerra de los ochenta años que los Países Bajos libraron contra España para conseguir su independencia, Maastricht fue objeto de varias batallas. En 1579, los tercios españoles de Alejandro Farnesio asediaron y tomaron la ciudad que, después de ser incendiada y saqueada, quedó en manos españolas hasta 1632, cuando Federico Enrique de Orange-Nassau la conquistó para las Provincias Unidas de los Países Bajos.