Sonsonate | |
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población | 110501 |
Sonsonate es una ciudad y municipio del departamento homónimo, del cual es también su cabecera. Tiene una población estimada de 72 158 habitantes para el año 2013.[4] La localidad se fundó con el nombre de «Villa del Espíritu Santo» en unos predios baldíos cercanos al pueblo de los Izalcos en 1552.[5] Sin embargo, esta fundación sería sumamente efímera, pues al año siguiente, en 1553, esta villa sería trasladada a su emplazamiento actual, con el nombre de «Villa de la Santísima Trinidad de Sonsonate»,[5] en una zona productora de cacao. Con el paso del tiempo, a la localidad se le iría conociendo simplemente con el nombre de Sonsonate. Este nombre lo tomó del río Grande o Sonsonate en lengua náhuat, que la atraviesa de norte a sur por toda la llanura hasta desembocar en el océano Pacífico. Esta fue la tercera población española fundada en los territorios que actualmente constituyen El Salvador, aunque, vale aclarar, durante todo el período de la dominación española de América, Sonsonate fue capital de la Alcaldía mayor de Sonsonate, un territorio aparte del que administraba San Salvador, hoy capital de El Salvador.
Toledo | |
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población | 0 |
Toledo es un municipio y ciudad española, capital de la provincia homónima, en la comunidad autónoma de Castilla-La Mancha. Con una población de 85 811 habitantes (INE, 2020), se trata del tercer municipio más poblado de la región. El casco histórico está situado en la margen derecha del Tajo, en una colina rodeada por un pronunciado meandro. El término municipal incluye dos barrios muy separados del núcleo principal: el de Azucaica, en la orilla derecha del río, y el de Santa María de Benquerencia, situado prácticamente enfrente del anterior en la margen izquierda.
La ciudad fue un importante centro carpetano hasta la conquista romana en 193 a. C.. Tras las invasiones germánicas, Toledo se convertiría en capital y, posteriormente, principal sede eclesiástica del Reino visigodo. En el año 711, Toledo fue conquistada por los musulmanes, cuyo dominio finalizó con la toma de la ciudad en 1085 por Alfonso VI. Es conocida como «la ciudad imperial» por haber sido la sede principal de la corte de Carlos I[5] y también como «la ciudad de las tres culturas»,[6] por haber estado poblada durante siglos por cristianos, judíos y musulmanes.