Canberra | |
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estado | |
país | Australia |
capital | |
población | 426709 |
código postal | 2601 |
Canberra (pronunciación en inglés: /ˈkænb(ə)rə/ ( escuchar); también admitido en castellano Camberra;[1] (del ngunawal Kamberra, que significa 'lugar de reunión') es la capital de Australia, con una población superior a los 345.000 habitantes.[2] Es sede del Territorio de la Capital Australiana, ubicada en la parte norte del mismo, 300 kilómetros al sudoeste de Sídney y 650 kilómetros al noreste de Melbourne. La situación de Canberra fue seleccionada para la posición de la capital nacional en 1908 como un compromiso entre Sídney y Melbourne, las dos grandes ciudades. Es diferente a las demás ciudades australianas, ya que fue construida desde cero, como una ciudad planificada. Tras un concurso internacional para el diseño de la ciudad, se seleccionó el proyecto realizado por los arquitectos Walter Burley Griffin y Marion Mahony Griffin de Chicago y la construcción comenzó en 1913.
Antwerp | |
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estado | Antwerp |
país | Belgium |
capital | |
población | 525935 |
Amberes (en neerlandés, Antwerpen [ˈɑntˌʋɛrpə(n)] , en francés, Anvers [ɑ̃ˈvɛʁ(s)]), antiguamente conocida como Antuerpia, es una ciudad belga, la capital de la homónima provincia de Amberes, en Flandes. Tenía 520 504 habitantes[4] en 2017, que la hacen la ciudad más poblada del país, y con 1,2 millones de la región metropolitana, la segunda más populosa después de la de Bruselas.[5][6] El área metropolitana comprende 1449 km².
Amberes está a orillas del río Escalda, vinculado al mar del Norte por el estuario del Escalda Occidental (Westerschelde). Se encuentra a 40 km al norte de Bruselas, y a unos 15 km al sur de la frontera con los Países Bajos. El puerto de Amberes es uno de los más grandes del mundo, el segundo de Europa[7][8] y entre los 20 primeros a nivel mundial.[9] La ciudad es también conocida por su industria del diamante y por el comercio.
A principios del Renacimiento la ciudad pertenecía a los Países Bajos Españoles. El siglo XV marcó el inicio del desarrollo económico de la ciudad, que se convirtió en uno de los centros comerciales más importantes del norte de Europa (a mediados del siglo XVI, los impuestos recaudados por la Corona española en el puerto de Amberes igualaban a los ingresos por las minas de plata de Potosí).